Vino: Yago Ducal Reserva de Añada Especial 1949 Gran Reserva
Bodega: Bodegas Rioja Santiago (Haro, La Rioja)
Denominación de Origen / Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: 60% tempranillo, 30% otras (garnacha, mazuelo, graciano), 10% viura
Alcohol: 11.5% vol.
Elaboración: Uvas compradas en su totalidad a diversos viticultores, relacionados desde hace generaciones con la bodega, de las tres subzonas: Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Baja. Permanece entre 18 y 24 meses en grandes depósitos centenarios de madera vieja en los que realiza las fermentaciones y reposa antes de ser transvasado para su posterior maduración en barrica. Sometido a un mínimo de 54 meses de crianza en barricas usadas de roble americano de 225 litros con una media de 16 años de edad. Trasiegas periódicas, de barrica a barrica, durante los primeros tres años de crianza hasta su embotellado a lo largo del segundo semestre de 1956. Un mínimo de 3 años de guarda en botellero en los calados de las bodegas de Rioja Santiago, en Haro y Labastida, hasta su comercialización.
Nota de cata: Corcho diminuto, seco, adherido al cuello de la botella. Ha salido de una pieza. De color rubí rojizo de capa media-baja, limpio, muy claro, con grandes escatas de precipitado en la base de la botella que no enturbian. Reflejos ambarinos, brillante. Borde amplio, azafranado, marcado respecto al menisco.
Apenas sale nada al abrir la botella. Tras dos horas comienza a percibirse notas de duelas envinadas, maderas añejas y un curioso fondo a vainilla y fibras vegetales, cestería vieja, alpargatas. Va evolucionando lentamente con mayor presencia de tierra húmeda, fúngicos, clavos, y un rarísimo apunte apimentonado que recordaba a esos vinos "sospechosos" de Cvne de después de la Guerra Civil.
En boca es ligero y limpio, fresco, con poco peso, de paso ágil. Afortunadamente mantiene una acidez intensa, nada agresiva, que le da cierto empaque y lo mantiene ahí presente. El conjunto está pulidísimo y sin aristas. Quizás le falte resolución y algo más de "chicha". Muy fácil de beber pero complicado de ubicar si no supieramos lo que tenemos delante.
Vino probado junto a diversos cosechas del Yago Ducal y Gran Fino Enológica del mismo periodo (1942, 1946, 1948 y 1949); que eran a priori las que parecían más interesantes de esa década. Quizás sea el que mejor se ha conservado de todos, manteniendo ese estilo ligero de la bodega pero con un núcleo de frescor y un algo de energía que superaba de largo al resto. Ya ha tocado techo pero se mantiene con dignidad. Mejor no guardarlo más tiempo.
Nota personal: 90
Nota media del grupo de cata: 90
Precio: 90 €
Bodega: Bodegas Rioja Santiago (Haro, La Rioja)
Denominación de Origen / Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: 60% tempranillo, 30% otras (garnacha, mazuelo, graciano), 10% viura
Alcohol: 11.5% vol.
Elaboración: Uvas compradas en su totalidad a diversos viticultores, relacionados desde hace generaciones con la bodega, de las tres subzonas: Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Baja. Permanece entre 18 y 24 meses en grandes depósitos centenarios de madera vieja en los que realiza las fermentaciones y reposa antes de ser transvasado para su posterior maduración en barrica. Sometido a un mínimo de 54 meses de crianza en barricas usadas de roble americano de 225 litros con una media de 16 años de edad. Trasiegas periódicas, de barrica a barrica, durante los primeros tres años de crianza hasta su embotellado a lo largo del segundo semestre de 1956. Un mínimo de 3 años de guarda en botellero en los calados de las bodegas de Rioja Santiago, en Haro y Labastida, hasta su comercialización.
Nota de cata: Corcho diminuto, seco, adherido al cuello de la botella. Ha salido de una pieza. De color rubí rojizo de capa media-baja, limpio, muy claro, con grandes escatas de precipitado en la base de la botella que no enturbian. Reflejos ambarinos, brillante. Borde amplio, azafranado, marcado respecto al menisco.
Apenas sale nada al abrir la botella. Tras dos horas comienza a percibirse notas de duelas envinadas, maderas añejas y un curioso fondo a vainilla y fibras vegetales, cestería vieja, alpargatas. Va evolucionando lentamente con mayor presencia de tierra húmeda, fúngicos, clavos, y un rarísimo apunte apimentonado que recordaba a esos vinos "sospechosos" de Cvne de después de la Guerra Civil.
En boca es ligero y limpio, fresco, con poco peso, de paso ágil. Afortunadamente mantiene una acidez intensa, nada agresiva, que le da cierto empaque y lo mantiene ahí presente. El conjunto está pulidísimo y sin aristas. Quizás le falte resolución y algo más de "chicha". Muy fácil de beber pero complicado de ubicar si no supieramos lo que tenemos delante.
Vino probado junto a diversos cosechas del Yago Ducal y Gran Fino Enológica del mismo periodo (1942, 1946, 1948 y 1949); que eran a priori las que parecían más interesantes de esa década. Quizás sea el que mejor se ha conservado de todos, manteniendo ese estilo ligero de la bodega pero con un núcleo de frescor y un algo de energía que superaba de largo al resto. Ya ha tocado techo pero se mantiene con dignidad. Mejor no guardarlo más tiempo.
Nota personal: 90
Nota media del grupo de cata: 90
Precio: 90 €
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