16 de junio de 2013

Cuvée Aimé Cazes Rivesaltes Ambré 1976

Vino: Cuvée Aimé Cazes Rivesaltes Ambré 1976
Bodega: Domaine Cazes
Enlace de la bodega: http://www.cazes-rivesaltes.com
Denominación de Origen / Zona: A.O.C. Rivesaltes (Roussillon, Francia)
Variedades: 80% grenache blanc, 20% grenache noir
Alcohol: 15% vol.
Elaboración: Elaboración tradicional en blanco de ambas variedades, sin contacto con los hollejos. Durante la fase de fermentación se produce el "apagado" con alcohol puro en fase líquida. 110 gramos/litro de azúcar residual. Permanece durante 22 años, 264 meses, en viejas tinas de roble para provocar la oxidación. El vino sufre una evaporación anual del 7% de su volumen con lo que a lo largo de su larga crianza pierde aproximadamente dos tercios de su totalidad. Embotellado en 1999 y guardado durante años en la bodega antes de ser comercializado.

Nota de cata: De color ambarino oscuro, limpio, reflejos dorados y anaranjados, con sensación de grosor.

Nariz de impresión, franco, totalmente abierto, con un cantidad enorme de fruta pasa, orejones, higo turco, carne de membrillo. Aparecen suaves notas vegetales que recuerdan a la piel de naranja, hojas de habano, a las que se suma un fondo dulce y finamente especiado (vainilla, canela, nuez moscada, clavo), café con leche, toffee. Su verdadera dimensión asoma después de unas horas de oxigenarse. Tiene perfil de gran vino rancio, con una expresión de solera vieja, duelas envinadas, panal, especias orientales, incienso, notas punzantes. Elegante y profundo, lleno de detalles de detalles de calidad.

La primera impresión en boca es ligeramente abocada, recuerda al fondillón alicantino, con una reproducción fiel a todo lo visto en nariz. Suave, profundo, elegante, complejo, con una nota de acidez cítrica y de amargosos (mermelada de naranja, cacao) que contrarresta la expresión de vejez de rancio tradicional. Sabroso, permanente, especiado, con una acidez que se alarga en boca eternamente. Sin grandes diferencias con la cuvée de 1978. Un gran vino para disfrutarlo poco a poco. Va mejorando día a día al ir respirando. Soberbio!!! 

Nota personal: 94
Nota del grupo de cata: 94
Precio: 70 €
 

Domaine Cazes es una bodega de carácter familiar fundada en 1895 por Michel Cazes y que desde mediados de los años 20 no ha parado de crecer adquiriendo pequeñas fincas que han permitido la ampliación de su catálogo de vinos. A día de hoy abarca hasta 15 elaboraciones comercializadas bajo el sello de todo tipo de denominaciones del sur de Francia (Vins de pays des Côtes Catalanes, Côtes du Roussillon, Côtes du Roussillon Villages, Muscat de Rivesaltes, Rivesaltes). En la actualidad, Bernard Cazes y su hijo Emmanuel son los responsables de la bodega bajo la dirección de Lionel Lavail.

Durante muchos años Domaine Cazes ha sido uno de los referentes de la viticultura del Rosellón con una frenética actividad elaboradora que ha inundado las baldas de los supermercados de todo el Midi. Lejos queda ahora esa imagen de vinos de mesa baratos y rústicos. Desde 1997 la bodega ha optado por reorientar su actividad en los viñedos aplicando una agricultura respetuosa que asegure el equilibrio y que cree unas condicionas armoniosas entre los diferentes suelos de sus viñedos, las vides y el medio ambiente. De hecho, las más de 220 hectáreas que controla la bodega Cazes constituyen el viñedo más extenso de toda Francia convertido a la cultura biodinámica y biológica. Estas prácticas se han exportado a las nuevas fincas: Canet des Hospices (en Canet en Roussillon, a las afueras de Perpignan) y en Domaine du Mas de Lavail (en Maury).

La visita de las bodegas de Rivesaltes, Banyuls o Maury es toda una experiencia para los amantes de los vinos dulces naturales del sur de Francia. En ellas se pueden encontrar un sinfín de vinos viejos, grandiosos y a un precio extraordinario. Por poco más de 7-8 euros se pueden comenzar adquirir profundos Rivesaltes Ambré Hors d'âge, con más de cinco años de estancia en grandes tinas de roble. Los hay de todo tipo, comenzando por las primeras botellas de los años 90 y por algo más de dinero se puede acceder a todo tipo de añadas históricas no comercializadas que únicamente están a disposición de las familias elaboradoras; extraordinarias son las del 77, 82, 85. Si lo que queremos es algo realmente especial llegamos a las joyas de los 60 y a extraños y complejísimos vinos de los 40 y 50 que siguen durmiendo en las bodegas. Estos últimos vinos están a la altura de cualquier gran Porto Vintage o de los mejores generosos andaluces.

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