30 de junio de 2013

Capricho de Goya Moscatel 1996

Vino: Capricho de Goya Moscatel 1996
Bodega: Camilo Castilla
Enlace de la bodega: http://www.bodegascamilocastilla.com
Denominación de Origen / Zona: D.O. Navarra
Variedades: 100% moscatel de gran menudo
Alcohol: 15% vol.
Elaboración: Uvas con una edad media de 100 años. Su elaboración se prolonga durante 7 años, en barricas de roble y en recipientes de vidrio llamados "damajuanas" situados en terrazas a la intemperie expuestas a todo tipos de variaciones climatológicas, tanto de temperatura como de luz. Después de 3 años de envejecimiento en las "damajuanas", el vino es trasegado a las cubas de madera, donde permanece entre 3 y 4 años hasta que es embotellado. Presentado en botella de 37.5 cl.

Notas de cata (03/07/2013): Nueva visita a este gran dulce navarro que no defrauda. Estos 10 años de reposo en botella han matizado el color hasta un caoba oscuro, reflejos marronoso, borde cobrizo casi yodado. Sensación de grosor, lágrimas finas, permanentes, recuerda a un px pero no lo es...

Nariz envolvente y abierta en una versión de moscatel añejo en el que aparecen las pasas, crema pastelera, matices de vino soleado, de solera vieja, duelas, licorosos, notas enranciadas muy elegantes (frutos secos, cáscaras, nuez, barniz), caramelo de cola, ponche, yema tostada. Sutilidad y potencia con la única contra de necesitar de muchos días de aireación para que acabe de desplegar todo su potencial. De esos pocos vinos en los que se puede confiar en una larguísima guarda en botella para adquirir un mayor carácter reductivo.

En boca es pura crema, de buenísima acidez, brioso, y lleno de matices dulzosos. Tostado, especiado, intenso, con esa comparativa constante con un px andaluz. Hay que beberlo a pequeños sorbos para no acabárselo de un tirón. Aguanta en boca como un titán, no hay manera de que desaparezca la fruta pasa, la algarroba, el higo, la madera vieja. Un vino de gran potencial gastronómico que sigue dando guerra.

Nota personal: 92
Nota del grupo de cata:
Precio: 5 €

Nota de cata (13/05/2013): Una auténtica maravilla!! Un vino llevado al extremo, super-oxidativo, necesitado de muchos años en botellero para acabar de integrarlo todo. Da síntomas de no haber llegado todavía a su cúspide. Crudo, rocoso, cerrado, necesitado de unas semanas de guarda después de abrirlo para que comience a abrirse. Diferente a cualquier otro vino español. Elegancia y complejidad. Con unos cremosos y una expresión de moscatel añejada que se aleja de cualquier cosa que hayamos conocido. Hay de todo, y de mucha calidad. Es una pena que en su momento se embotellaran tan pocas botellas de 75 cl. de esta colección de 1996 - 250 Aniversario, para dotarle aún de más capacidad de envejecimiento. Parece que los años no pasen por él. Esta botella fue comprada en 2004, así que lleva un mínimo de 9 a 10 años encorchada y no muestra un solo síntoma de cansancio. Majestuoso y con longevidad para enterrarnos a todos!!!

Nota personal: 93
Nota del grupo de cata: 92
Precio: 5 €

Nota de cata (19/11/2006): Caoba con reflejos anaranjados, borde yodado.

Complejísimo, potente, discurre elegantemente como un torrente de elegantes ahumados y de caramelo toffe bajo el que se desplegan un carro de detalles de confitería (guindas, cacao puro, bombón de chocolate, chocolate blanco, azucar quemado, vainilla en rama, cabello de ángel, azucar glacé), toques de regaliz, con un muy leve punto reductivo de pegamento y aromas a maderas viejas de fondo que desaparecen tras unos minutos en copa.

En boca es carnoso, de entrada suave y más frutal de lo esperado (fruta de hueso, ciruelas, dátiles frescos), sabroso y muy concentrado, con un rica, viva y brillante acidez que no se corresponde en absoluto con un vino de esta edad, derroche de fruta pasa macerada muy fresca, y frutos secos (almendras, avellanas), final enorme, amplio, con muchas especias (raspado de barrica, sensación de bebida de cola), retronasal a café con leche, dulce de leche, y hueso de cereza. (Esta vez lo dejé respirar un par de semanas antes de probarlo, no para de mejorar. Con años y años por delante, para rescatar en dos o tres años.

Nota personal: 93
Nota del grupo de cata:
Precio: 5 €

Datos sobre la bodega: En 1987 la bodega Camilo Castilla es adquirida por el grupo A&B poniendo a su cabeza a una joven Ana Beltrán que se hace cargo de la gerencia de la empresa y actualiza el catálogo de vinos producidos. Al mismo tiempo recupera la elaboración de vinos históricos extinguidos bajo la marca Goya. No será hasta 1996, en homenaje al 250 aniversario del nacimiento del pintor aragonés Francisco José de Goya, cuando la bodega saque al mercado un dulce gran reserva superoxidativo bajo el nombre de "Capricho de Goya", situándolo como buque enseña de casa. Con esta acción se ponía en valor el principal activo de la bodega, su tradición y buen hacer en la elaboración de vinos dulces.

Es del todo recomendable una visita a la antigua bodega de Camilo Castilla en la población ribereña de Corella, a medio camino de Pamplona, Logroño, Soria y Zaragoza. Las "damajuanas" reposan durante años en las terrazas a la intemperie, en contacto directo con la nieve, la lluvia y el despiadado sol estival. Las viejas barricas de roble añejan y "desenrancian" este dulce para que adquiere mayor complejidad. A modo de apunte hay que tener en cuenta que un 10% del vino base proviene de garnacha tinta sobremadurada que es adicionada a la moscatel. Desde hace unos años no se indica ni en etiqueta ni en la publicidad de la bodega.

El vino de este post es un dulce de vértigo, a la altura de cualquiera de los grandes caldos mundiales. Aturde su complejidad y pasma su estratoférica calidad-precio. Además, se comercializa en forma 3/8 justamente a la mitad de precio que la botella de 75 cl (un detalle del que podrían tomar nota el resto de productores nacionales). Después de abrir unas cuantas botellas tengo que aconsejar su descorche y guarda durante un mínimo de dos semanas antes de ser servido para que se despierte de su largo letargo en botella. De otra forma no deja de ser un vino más cerrado que el culo de una monja y no se disfruta verdaderamente. Sólo puedo recomendarlo y dar las gracias a la gente de Bodegas Camilo Castilla por esta pequeña obra de arte en estado líquido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hold da bare fast i mine nakkehvirler her har vi bønderne der er dedikeret til noget der frembringer essensen af en række af druernes smertens tårer.....selve sjælen......