Vino: La Rioja Alta 904 Gran Reserva 1987
Bodega: La Rioja Alta S.A. (Haro, La Rioja)
Enlace de la bodega: http://www.riojalta.com
Denominación de Origen / Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: 90% tempranillo, 10% mazuelo
Alcohol: 12.5% vol.
Viticultura: La tempranillo proviene de los viñedos propios más viejos ubicados en subzona de la Rioja Alta, principalmente de los municipios de Briñas, Labastida y Villalba. El resto de la uva es originaria de las fincas Melchorón I y II de Briones y Rodezno.
Elaboración: Realiza la fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controla. Permanece durante 6 meses en viejas tinas de roble centenarias en las que finaliza la fermentación maloláctica. En mayo de 1988 el vino es trasegado a barricas de roble americano de 225 litros. Sometido a crianza durante 60 meses con un total de 10 trasiegas manuales. Embotellado directamente de barrica, sin filtrar, en junio de 1993.
Nota de cata: De color rubí rojizo de capa media, brillante, limpísimo. Reflejos cobrizos y ambarinos, refulgente. Borde amplio, anaranjado.
Al abrir nos encontramos un 904 en estado de gracia, comunicativo, totalmente entregado que se despliega con una brillantez y expresividad que nos hace recordar a la serie de cosechas de 1964-68-70. Aquí ya no hay lugar para las sutilezas. Un tinto directo, profundo, en absoluta plenitud, que da la impresión de haber llegado a su tope máximo. Hay apuntes de bálsamo y herbolario, hierbas aromáticas, fruta en compota (madroños, endrinas) y una pátina de maderas exóticas y café aromático. Apabulla por la intensidad, por la multitud de detalles, y un poco por la falta de orden y precisión que reina en esta estampida. Siguen llegando más efectivos: clavo, duelas húmedas, barnices, resina, oréganos...
En boca es concentrado y vivo, afilado gracias a una despiadado mandole de acidez que aporta un frescor desmedido, hiriente. Hay gran cantidad de fruta roja, picante, reducida. Está todavía crudo, por acabar de redondearse, con un grandísimo potencial de guarda. Nada que ver con lo que anteriormente habíamos olido. Un vino con exceso de carácter, indómito, rocoso, duro de pelar. No esperábamos tanto ni en tanta cantidad. La Rioja Alta sigue siendo un bastión para los que amamos estos vinos riojanos. ¿Pero, cómo puede ser que se nos haya escapado hasta día de hoy un vinazo como éste?
Nota personal: 96
Nota del grupo de cata: 95
Precio: 95 €
Bodega: La Rioja Alta S.A. (Haro, La Rioja)
Enlace de la bodega: http://www.riojalta.com
Denominación de Origen / Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: 90% tempranillo, 10% mazuelo
Alcohol: 12.5% vol.
Viticultura: La tempranillo proviene de los viñedos propios más viejos ubicados en subzona de la Rioja Alta, principalmente de los municipios de Briñas, Labastida y Villalba. El resto de la uva es originaria de las fincas Melchorón I y II de Briones y Rodezno.
Elaboración: Realiza la fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controla. Permanece durante 6 meses en viejas tinas de roble centenarias en las que finaliza la fermentación maloláctica. En mayo de 1988 el vino es trasegado a barricas de roble americano de 225 litros. Sometido a crianza durante 60 meses con un total de 10 trasiegas manuales. Embotellado directamente de barrica, sin filtrar, en junio de 1993.
Nota de cata: De color rubí rojizo de capa media, brillante, limpísimo. Reflejos cobrizos y ambarinos, refulgente. Borde amplio, anaranjado.
Al abrir nos encontramos un 904 en estado de gracia, comunicativo, totalmente entregado que se despliega con una brillantez y expresividad que nos hace recordar a la serie de cosechas de 1964-68-70. Aquí ya no hay lugar para las sutilezas. Un tinto directo, profundo, en absoluta plenitud, que da la impresión de haber llegado a su tope máximo. Hay apuntes de bálsamo y herbolario, hierbas aromáticas, fruta en compota (madroños, endrinas) y una pátina de maderas exóticas y café aromático. Apabulla por la intensidad, por la multitud de detalles, y un poco por la falta de orden y precisión que reina en esta estampida. Siguen llegando más efectivos: clavo, duelas húmedas, barnices, resina, oréganos...
En boca es concentrado y vivo, afilado gracias a una despiadado mandole de acidez que aporta un frescor desmedido, hiriente. Hay gran cantidad de fruta roja, picante, reducida. Está todavía crudo, por acabar de redondearse, con un grandísimo potencial de guarda. Nada que ver con lo que anteriormente habíamos olido. Un vino con exceso de carácter, indómito, rocoso, duro de pelar. No esperábamos tanto ni en tanta cantidad. La Rioja Alta sigue siendo un bastión para los que amamos estos vinos riojanos. ¿Pero, cómo puede ser que se nos haya escapado hasta día de hoy un vinazo como éste?
Nota personal: 96
Nota del grupo de cata: 95
Precio: 95 €
No hay comentarios:
Publicar un comentario