Vino: Marqués de Riscal 1922 Reserva
Bodega: Marqués de Riscal (Elciego, Álava)
Enlace de la bodega: http://www.marquesderiscal.com
Denominación de Origen / Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: 50% cabernet sauvignon, 50% tempranillo y otras
Alcohol:
Elaboración: Contiene un porcentaje poco significativo de variedades blancas, viura principalmente, pues en aquel entonces se plantaban en las cabezadas de las viñas alguna cepa de blanco, para consumo familiar, que a la hora de la vendimia se recolectaba también para la bodega. Permanece entre 18 y 24 meses en grandes depósitos de madera de la época fundacional hasta que finaliza las fermentaciones y reposa antes de ser trasegado para su posterior crianza. Madurado en barricas viejas de roble americano de 225 litros entre 5 y 7 años. Trasiegos continuos cada 3 meses durante los primeros tres años con el objetivo de no tener que filtrar el vino antes del embotellado. Clarificación tradicional con claras de huevo frescas. Embotellado a mano a partir de la barrica.
Nota de cata: El aspecto de esta botella invita a bien poca cosa. El corcho esta inflado, completamente empapado por el vino. Tiene un sospechoso color negruzco, de textura achocolatada, y además tan dilatado que ha acabado por desprenderse desplazando ligeramente la parte superior de la cápsula, que afortunadamente ha aguantado el embite. Veamos: de color cereza granatoso, pardusco, oscuro, de capa media-alta, mate, sin brillo. Parece que ha sufrido un exceso de oxidación pero no hay en él notas yodadas. Reflejos rojizos, opaco. Borde estrecho, atejado, con marcada diferencia respecto al menisco.
Nariz fina, muy especiada, con un apunte de carne ahumada (carbón vegetal, sarmientos) y pimentón que nos hace pensar de inmediato en altos porcentajes de cabernet. No hay rastro de tufos ni un exceso de reductivos. Limpio, sí, aunque adolece de falta de intensidad. Van saliendo notas de maderas viejas, de soleras y trasiegos que se mezclan con caza, sangre y un fondo ferruginoso que podría ser de condición mineral. Oscuro e incluso algo misterioso, con el encanto propio de sus noventaytantos años. No acaba de mostrarse, parece que ande entre sombras.
En boca es mullido, pulido, sin huella de taninos y con un delgado hilo de vida con el que se aferra a la vida. Maduro, delgado, ligeramente dulzón, avainillado. Se ha ido quedando sin dientes pero aún es capaz de soltar una última dentellada. El conjunto es señorial y caduco. Recuerda a esas familias venidas a menos intentando mantener las apariencias. Un vino lejano, de otra época, que se despide sereno, sin fuerzas. Un cadáver hermoso ante nosotros. Respeto!!!
Nota personal:
Nota del grupo de cata:
Precio: 180 €
Bodega: Marqués de Riscal (Elciego, Álava)
Enlace de la bodega: http://www.marquesderiscal.com
Denominación de Origen / Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: 50% cabernet sauvignon, 50% tempranillo y otras
Alcohol:
Elaboración: Contiene un porcentaje poco significativo de variedades blancas, viura principalmente, pues en aquel entonces se plantaban en las cabezadas de las viñas alguna cepa de blanco, para consumo familiar, que a la hora de la vendimia se recolectaba también para la bodega. Permanece entre 18 y 24 meses en grandes depósitos de madera de la época fundacional hasta que finaliza las fermentaciones y reposa antes de ser trasegado para su posterior crianza. Madurado en barricas viejas de roble americano de 225 litros entre 5 y 7 años. Trasiegos continuos cada 3 meses durante los primeros tres años con el objetivo de no tener que filtrar el vino antes del embotellado. Clarificación tradicional con claras de huevo frescas. Embotellado a mano a partir de la barrica.
Nota de cata: El aspecto de esta botella invita a bien poca cosa. El corcho esta inflado, completamente empapado por el vino. Tiene un sospechoso color negruzco, de textura achocolatada, y además tan dilatado que ha acabado por desprenderse desplazando ligeramente la parte superior de la cápsula, que afortunadamente ha aguantado el embite. Veamos: de color cereza granatoso, pardusco, oscuro, de capa media-alta, mate, sin brillo. Parece que ha sufrido un exceso de oxidación pero no hay en él notas yodadas. Reflejos rojizos, opaco. Borde estrecho, atejado, con marcada diferencia respecto al menisco.
Nariz fina, muy especiada, con un apunte de carne ahumada (carbón vegetal, sarmientos) y pimentón que nos hace pensar de inmediato en altos porcentajes de cabernet. No hay rastro de tufos ni un exceso de reductivos. Limpio, sí, aunque adolece de falta de intensidad. Van saliendo notas de maderas viejas, de soleras y trasiegos que se mezclan con caza, sangre y un fondo ferruginoso que podría ser de condición mineral. Oscuro e incluso algo misterioso, con el encanto propio de sus noventaytantos años. No acaba de mostrarse, parece que ande entre sombras.
En boca es mullido, pulido, sin huella de taninos y con un delgado hilo de vida con el que se aferra a la vida. Maduro, delgado, ligeramente dulzón, avainillado. Se ha ido quedando sin dientes pero aún es capaz de soltar una última dentellada. El conjunto es señorial y caduco. Recuerda a esas familias venidas a menos intentando mantener las apariencias. Un vino lejano, de otra época, que se despide sereno, sin fuerzas. Un cadáver hermoso ante nosotros. Respeto!!!
Nota personal:
Nota del grupo de cata:
Precio: 180 €
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