Vino: Cuvée Aimé Cazes Rivesaltes Ambré 1978
Bodega: Domaine Cazes
Enlace de la bodega: http://www.cazes-rivesaltes.com
Denominación de Origen / Zona: A.O.C. Rivesaltes (Roussillon, Francia)
Variedades: 80% grenache blanc, 20% grenache noir
Alcohol: 15.5% vol.
Elaboración: Elaboración tradicional en blanco de ambas variedades, sin contacto con los hollejos. Durante la fase de fermentación se produce el "apagado" con alcohol puro en fase líquida. 110 gramos/litro de azúcar residual. Permanece durante 22 años, 264 meses, en viejas tinas de roble para provocar la oxidación. El vino sufre una evaporación anual del 7% de su volumen con lo que a lo largo de su larga crianza pierde aproximadamente dos tercios de su totalidad. Embotellado en 2001 y guardado durante años en la bodega antes de ser comercializado.
Nota de cata: Precioso ámbar oscuro, reflejos anaranjados y verdosos.
Nariz intensa en la que predominan inicialmente las notas frescas y perfumadas a pasas de corinto y orejones. Hay recuerdos de hoja de tabaco, confitura de naranja amarga con un punto de alcohol viejo y cabello de ángel, a los que siguen el caramelo toffe, almíbar de higos, canela, nuez moscada, azúcar glaseado. Evoluciona a tostados y especias orientales (cardamomo, curry, comino) que le otorgan un punto de exotismo. De fondo hay notas de sacristía, ceras, incienso copto, maderas envinadas. Sugerente y de una complejidad apabullante. Impresiona por la cantidad de detalles y su franqueza.
En boca es grueso y levemente dulzoso (recuerda en muchas cosas a los fondillones con ese ligero punto dulce que acompaña al más puro rancio). El conjunto es suave, untuoso y enranciado, con un tacto casi a piel de melocotón al que se suma una franca acidez y toques de fruta roja muy reducida, en confitura. Inunda la boca con muchas especias y todo tipo de frutos secos, cacao en polvo... Final interminable, cálido, acariciante. No se te va de la boca en horas.
Nota personal: 95
Nota del grupo de cata: 93
Precio: 70 €
Domaine Cazes es una bodega de carácter familiar fundada en 1895 por Michel Cazes y que desde mediados de los años 20 no ha parado de crecer adquiriendo pequeñas fincas que han permitido la ampliación de su catálogo de vinos. A día de hoy abarca hasta 15 elaboraciones comercializadas bajo el sello de todo tipo de denominaciones del sur de Francia (Vins de pays des Côtes Catalanes, Côtes du Roussillon, Côtes du Roussillon Villages, Muscat de Rivesaltes, Rivesaltes). En la actualidad, Bernard Cazes y su hijo Emmanuel son los responsables de la bodega bajo la dirección de Lionel Lavail.
Durante muchos años Domaine Cazes ha sido uno de los referentes de la viticultura del Rosellón con una frenética actividad elaboradora que ha inundado las baldas de los supermercados de todo el Midi. Lejos queda ahora esa imagen de vinos de mesa baratos y rústicos. Desde 1997 la bodega ha optado por reorientar su actividad en los viñedos aplicando una agricultura respetuosa que asegure el equilibrio y que cree unas condicionas armoniosas entre los diferentes suelos de sus viñedos, las vides y el medio ambiente. De hecho, las más de 220 hectáreas que controla la bodega Cazes constituyen el viñedo más extenso de toda Francia convertido a la cultura biodinámica y biológica. Estas prácticas se han exportado a las nuevas fincas: Canet des Hospices (en Canet en Roussillon, a las afueras de Perpignan) y en Domaine du Mas de Lavail (en Maury).
La visita de las bodegas de Rivesaltes, Banyuls o Maury es toda una experiencia para los amantes de los vinos dulces naturales del sur de Francia. En ellas se pueden encontrar un sinfín de vinos viejos, grandiosos y a un precio extraordinario. Por poco más de 7-8 euros se pueden comenzar adquirir profundos Rivesaltes Ambré Hors d'âge, con más de cinco años de estancia en grandes tinas de roble. Los hay de todo tipo, comenzando por las primeras botellas de los años 90 y por algo más de dinero se puede acceder a todo tipo de añadas históricas no comercializadas que únicamente están a disposición de las familias elaboradoras; extraordinarias son las del 77, 82, 85. Si lo que queremos es algo realmente especial llegamos a las joyas de los 60 y a extraños y complejísimos vinos de los 40 y 50 que siguen durmiendo en las bodegas. Estos últimos vinos están a la altura de cualquier gran Porto Vintage o de los mejores generosos andaluces.
El Cuvée Aimé Cazes 78 es uno de los Rivesaltes más premiados y se cuenta como la última de las añadas comercializadas por la bodega después del 76,75 y 73. Representa una de las más bellas expresiones de un Rivesaltes oxidado y envejecido hasta alcanzar unas cuotas de concentración hilarantes. En su estilo es prácticamente inmejorable, tan sólo superado por algunas viejas cosechas de finales de los 60 y los prácticamente inalcanzables 50 y 40. Aunque se trata de un vino inicialmente pensado como aperitivo o para los mejores cigarros, creo que lo mejor es beberlo solo, sin nada que enturbie su pureza. Este Rivesaltes ha sido cuidadosamente mimado con 22 años de barrica, siendo embotellado en el año 2001. Sus matices ambarinos (ambré) proceden de su largo periodo oxidativo y del contacto con las viejas maderas de las grandes tinas de la bodega. Sigue manteniendo una preciosa expresión de fruta escarchada, de pastel de especias orientales y goza de una intensa y suave acidez de la que ya gustarían disfrutar cualquier Muscat de Noël acabado de salir al mercado. Inenarrable y con capacidad de ir mejorando con unos 10 años más de botella. Indispensable tener en casa para una gran celebración. Enamora.
Bodega: Domaine Cazes
Enlace de la bodega: http://www.cazes-rivesaltes.com
Denominación de Origen / Zona: A.O.C. Rivesaltes (Roussillon, Francia)
Variedades: 80% grenache blanc, 20% grenache noir
Alcohol: 15.5% vol.
Elaboración: Elaboración tradicional en blanco de ambas variedades, sin contacto con los hollejos. Durante la fase de fermentación se produce el "apagado" con alcohol puro en fase líquida. 110 gramos/litro de azúcar residual. Permanece durante 22 años, 264 meses, en viejas tinas de roble para provocar la oxidación. El vino sufre una evaporación anual del 7% de su volumen con lo que a lo largo de su larga crianza pierde aproximadamente dos tercios de su totalidad. Embotellado en 2001 y guardado durante años en la bodega antes de ser comercializado.
Nota de cata: Precioso ámbar oscuro, reflejos anaranjados y verdosos.
Nariz intensa en la que predominan inicialmente las notas frescas y perfumadas a pasas de corinto y orejones. Hay recuerdos de hoja de tabaco, confitura de naranja amarga con un punto de alcohol viejo y cabello de ángel, a los que siguen el caramelo toffe, almíbar de higos, canela, nuez moscada, azúcar glaseado. Evoluciona a tostados y especias orientales (cardamomo, curry, comino) que le otorgan un punto de exotismo. De fondo hay notas de sacristía, ceras, incienso copto, maderas envinadas. Sugerente y de una complejidad apabullante. Impresiona por la cantidad de detalles y su franqueza.
En boca es grueso y levemente dulzoso (recuerda en muchas cosas a los fondillones con ese ligero punto dulce que acompaña al más puro rancio). El conjunto es suave, untuoso y enranciado, con un tacto casi a piel de melocotón al que se suma una franca acidez y toques de fruta roja muy reducida, en confitura. Inunda la boca con muchas especias y todo tipo de frutos secos, cacao en polvo... Final interminable, cálido, acariciante. No se te va de la boca en horas.
Nota personal: 95
Nota del grupo de cata: 93
Precio: 70 €
Domaine Cazes es una bodega de carácter familiar fundada en 1895 por Michel Cazes y que desde mediados de los años 20 no ha parado de crecer adquiriendo pequeñas fincas que han permitido la ampliación de su catálogo de vinos. A día de hoy abarca hasta 15 elaboraciones comercializadas bajo el sello de todo tipo de denominaciones del sur de Francia (Vins de pays des Côtes Catalanes, Côtes du Roussillon, Côtes du Roussillon Villages, Muscat de Rivesaltes, Rivesaltes). En la actualidad, Bernard Cazes y su hijo Emmanuel son los responsables de la bodega bajo la dirección de Lionel Lavail.
Durante muchos años Domaine Cazes ha sido uno de los referentes de la viticultura del Rosellón con una frenética actividad elaboradora que ha inundado las baldas de los supermercados de todo el Midi. Lejos queda ahora esa imagen de vinos de mesa baratos y rústicos. Desde 1997 la bodega ha optado por reorientar su actividad en los viñedos aplicando una agricultura respetuosa que asegure el equilibrio y que cree unas condicionas armoniosas entre los diferentes suelos de sus viñedos, las vides y el medio ambiente. De hecho, las más de 220 hectáreas que controla la bodega Cazes constituyen el viñedo más extenso de toda Francia convertido a la cultura biodinámica y biológica. Estas prácticas se han exportado a las nuevas fincas: Canet des Hospices (en Canet en Roussillon, a las afueras de Perpignan) y en Domaine du Mas de Lavail (en Maury).
La visita de las bodegas de Rivesaltes, Banyuls o Maury es toda una experiencia para los amantes de los vinos dulces naturales del sur de Francia. En ellas se pueden encontrar un sinfín de vinos viejos, grandiosos y a un precio extraordinario. Por poco más de 7-8 euros se pueden comenzar adquirir profundos Rivesaltes Ambré Hors d'âge, con más de cinco años de estancia en grandes tinas de roble. Los hay de todo tipo, comenzando por las primeras botellas de los años 90 y por algo más de dinero se puede acceder a todo tipo de añadas históricas no comercializadas que únicamente están a disposición de las familias elaboradoras; extraordinarias son las del 77, 82, 85. Si lo que queremos es algo realmente especial llegamos a las joyas de los 60 y a extraños y complejísimos vinos de los 40 y 50 que siguen durmiendo en las bodegas. Estos últimos vinos están a la altura de cualquier gran Porto Vintage o de los mejores generosos andaluces.
El Cuvée Aimé Cazes 78 es uno de los Rivesaltes más premiados y se cuenta como la última de las añadas comercializadas por la bodega después del 76,75 y 73. Representa una de las más bellas expresiones de un Rivesaltes oxidado y envejecido hasta alcanzar unas cuotas de concentración hilarantes. En su estilo es prácticamente inmejorable, tan sólo superado por algunas viejas cosechas de finales de los 60 y los prácticamente inalcanzables 50 y 40. Aunque se trata de un vino inicialmente pensado como aperitivo o para los mejores cigarros, creo que lo mejor es beberlo solo, sin nada que enturbie su pureza. Este Rivesaltes ha sido cuidadosamente mimado con 22 años de barrica, siendo embotellado en el año 2001. Sus matices ambarinos (ambré) proceden de su largo periodo oxidativo y del contacto con las viejas maderas de las grandes tinas de la bodega. Sigue manteniendo una preciosa expresión de fruta escarchada, de pastel de especias orientales y goza de una intensa y suave acidez de la que ya gustarían disfrutar cualquier Muscat de Noël acabado de salir al mercado. Inenarrable y con capacidad de ir mejorando con unos 10 años más de botella. Indispensable tener en casa para una gran celebración. Enamora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario